Tratamiento de Osteopatía
¿Tienes algún problema articular?, ¿notas restricciones de movimiento en alguna parte del cuerpo?, la Osteopatía tiene la solución.
Pero no sólo en este tipo de casos; muchos problemas en sistemas orgánicos están derivados de desequilibrios del sistema músculo-esquelético, por la interrelación existente entre ellos.
Si tienes algún problema de salud de tipo orgánico que no consigues solucionar o solucionas temporalmente, pero los síntomas reaparecen, ¡consulta a un osteópata!
En Centro Shalom podemos ayudarte. Acércate, te haremos una valoración completa y te recomendaremos el tipo de tratamiento adecuado para tu situación.
La Osteopatía es una técnica que se incluye en la Naturopatía Manual, englobada en lo que socialmente se conoce como Terapias Naturales o Terapias Alternativas.
Esta técnica, cuyos comienzos datan de finales del siglo XVIII, ve el cuerpo como un todo. Se fundamenta en el principio de que existe relación entre todos los sistemas del cuerpo; así, si uno de ellos padece alguna anomalía, ésta se ve reflejada en los otros. La Osteopatía soluciona la anomalía que es causante del problema.
El médico estadounidense A. Taylor Still, a finales del siglo XIX, tomó como base la noción de que las enfermedades se deben a una alteración de la estructura de un órgano, un músculo, un hueso o un tejido. Tras haber perdido a cuatro hijos en una epidemia de meningitis, investigó y buscó otras técnicas y terapias diferentes a la medicina de su época. En su contacto con indios nativos americanos aprendió la anatomía profunda y los chamanes lo iniciaron en la medicina energética.
La Osteopatía es una terapia y un conjunto de conocimientos específicos que se basan en la anatomía y la fisiología del cuerpo, así como en el conocimiento del funcionamiento de los tejidos cuando se encuentran alterados por una enfermedad y qué técnicas de normalización deben ser aplicadas para que las funciones del cuerpo vuelvan a ser las adecuadas. La Osteopatía está basada en la idea de que el movimiento es vida, cada célula que conforma nuestro cuerpo se mueve y respira, así cada parte que compone nuestra anatomía se mueve y respira también. De este modo, se entiende que todo nuestro cuerpo tiene que moverse y respirar en armonía para mantener la salud. Esta respiración celular es fina, delicada y sutil y alcanza hasta lo más recóndito de nuestro cuerpo. Cada parte, órgano, elemento del cuerpo posee un movimiento específico y una función concreta y para que este movimiento y esta función sean las óptimas, todo el cuerpo tiene que estar en armonía.
Debe ser un terapeuta de Osteopatía quien realice tanto la valoración como el tratamiento. El osteópata palpa y “siente” el cuerpo globalmente, comprobando que los movimientos y la “respiración” de sus partes es correcta:
• Encuentra así las zonas que poseen un movimiento restringido, trabajando posteriormente para liberarlas y devolverles su movimiento natural.
• Detecta las zonas en las que, debido a cicatrices, torsiones, operaciones, etc., este funcionamiento ha dejado de ser el adecuado y ha perdido la armonía, perdiendo así el correcto funcionamiento y provocando dolor y/o enfermedad.
• Libera la zona afectada con sus manos para, permitirle que funcione correctamente, al mismo tiempo que se reactiva su capacidad de autosanación.
El osteópata debe poseer una concepción holística del cuerpo humano, debe considerarlo como un todo que aúna físico, emoción y espíritu.
Las técnicas que componen la Osteopatía han evolucionado a lo largo de más de un siglo, desde la aparición de la primera escuela de Osteopatía en EE.UU. en 1892.
Se conoce a la Osteopatía principalmente por resolver dolencias del aparato locomotor, pero actúa restableciendo el equilibrio de cualquier tejido afectado, sea este visceral, nervioso o de otro tipo. Así pues, se trata de técnicas manuales que contribuyen al alivio, corrección y recuperación de lesiones musculares, esqueléticas y patologías orgánicas. Tras una valoración realizada por un especialista osteópata, éste aplica un conjunto de métodos y técnicas sobre músculos, articulaciones, nervios, etc. que, de manera directa o refleja, reciben las reacciones fisiológicas necesarias para equilibrar y normalizar las alteraciones que existan en ese momento.
Se pueden distinguir tres tipos o especializaciones, según el tipo de tejidos sobre los que actúe:
• Osteopatía Estructural, que se centra en el sistema músculo-esquelético y en la postura. Corrige las restricciones de movimiento de las articulaciones.
• Osteopatía Visceral, orientada a tratar los tejidos viscerales relacionados con los músculos, los órganos, los vasos sanguíneos, los nervios...
• Osteopatía Craneal, actúa mediante diversas técnicas que liberan y facilitan la micro movilidad del cráneo. Algunas alteraciones posturales pueden tener como consecuencia alteraciones en nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, provocando neuralgias, dificultades de visión o de audición, alteraciones de funciones glandulares, vértigos, migrañas e incluso trastornos digestivos, respiratorios y vasculares.
En los últimos años, la Osteopatía se ha difundido enormemente en España, tras haber conquistado Europa, debido sobre todo a los buenos resultados que acompañan su reputación. Cuando se practica con terapeutas correctamente formados, resulta totalmente segura y no tiene riesgos.
Tras este período de reconocimiento, en países como Reino Unido, la Osteopatía ha pasado a formar parte del sistema público de Sanidad.
“En Centro Shalom tenemos los conocimientos y la experiencia necesaria para realizar tu tratamiento con esta técnica. Asimismo, si estás interesado/a en formarte y poseer un conocimiento profundo de esta o de otras técnicas en las que somos expertos, estaremos encantados de formarte.”
• Alivia las molestias físicas y puede llegar a erradicarlas
• Detección precoz de alteraciones
• Es innecesario el tratamiento con analgésicos, evitando así la ingesta de químicos con grandes efectos secundarios
• Técnica utilizable en cualquier parte del cuerpo
Múltiples estudios avalan este tratamiento para corregir los siguientes desequilibrios de la salud, consiguiendo la recuperación del bienestar:
• Alteraciones en la articulación mandibular
• Ansiedad
• Asma
• Ataque de pánico
• Bronquitis
• Ciática
• Deficiencias del sistema inmunitario
• Depresión
• Diabetes
• Dolencias de espalda
• Dolor articulare
• Dolor de cabeza
• Dolor de cintura
• Dolor de cuello
• Dolores postquirúrgicos
• Epilepsia
• Escoliosis
• Esguince
• Estreñimiento crónico
• Fertilidad
• Fibromialgia
• Gastritis
• Hernia de hiato
• Hernia discal
• Hipertensión
• Hipertiroidismo
• Hipotiroidismo
• Incontinencia urinaria
• Infecciones urinarias repetitivas
• Lesiones deportivas
• Lordosis
• Mareos
• Migrañas
• Molestias durante el embarazo
• Neuralgias
• Problemas de regurgitación en lactantes
• Problemas digestivos
• Taquicardias
• Tendinitis
• Trastornos hepáticos
• Úlcera
• Vértigos
Todas las técnicas de la Naturopatía como profesión, tienen la finalidad de equilibrar y mejorar la salud, un bien del ser humano que se debe cuidar. Estas técnicas naturales actúan ayudando al organismo a recuperar el equilibrio perdido en su conjunto, tanto a nivel físico, como emocional y mental. La Naturopatía no trata enfermedades, trata personas; es por ello que no tiene finalidad terapéutica.
La Osteopatía no posee contraindicaciones que vayan más allá del sentido común. Así pues, debemos tener en cuenta que no es adecuado el uso de esta técnica en los siguientes casos:
• Tratar enfermedades como el cáncer, la poliartritis aguda o la esclerosis porque no trata la enfermedad, pero sí puede contribuir a mejorar la calidad de vida del enfermo.
• Traumatismos craneales recientes o tras traumatismos fuertes en lo que se sospeche que existan fracturas.
• Siempre que el terapeuta tenga dudas sobre la patología.
• Cuando la persona a tratar experimente dolor.
• Cuando haya una reducción total de la movilidad.