Hongos en las manos - dermatitis
Isabel, 35 años, 2 hijos, comercial del sector publicitario, nos cuenta su experiencia con distintas Técnicas Naturales de Salud.
Conozco el Centro Shalom y a Jose desde hace muchos años, cuando todavía estaban en la Calle Venezuela. Pasé a comprar algún producto natural y empezamos a hablar y a comentar y posteriormente trabajé con él ya que yo trabajo en publicidad y un negocio necesita este tipo de servicios. Así fue surgiendo mi relación con el Centro Shalom.
Posteriormente acudí a varios tratamientos con ellos, hice Sanación Activa, Reiki, Acupuntura, Aromaterapia, Arolo,… he hecho casi de todo. En Shalom han controlado mis partos, he llevado a mis hijos…; en fin, que hay un trato tanto profesional como personal desde hace muchos años.
He utilizado diversas técnicas y me he tratado de muchas cosas, pero mi gran descubrimiento es la Acupuntura. Se la recomiendo a todo el mundo porque es fantástica y a mí me ha ido muy bien.
Tuve un grave problema en las manos, se me descamaba toda la piel y me quedaban en carne viva, estaba harta de medicinas, de pomadas, de dermatólogos, de tratamientos con corticoides, etc. Dormía untada en cremas y con guantes de algodón, era incómodo y muy doloroso y casi había dejado de utilizar mis manos, porque utilizarlas suponía sufrir. Me salían como bultitos y me picaban y aunque intentase no rascarme, acababa rascándome, se me levantaba la piel y acababan sangrando, ni siquiera tenía estas líneas finitas que se pueden observar en las manos de cualquier persona. Desde entonces, he repuesto piel y piel, como una serpiente.
Jose me aconsejó primero que me tratase con Aromaterapia, pero tras bastantes sesiones la mejoría era inapreciable, así que me propuso empezar a hacer Acupuntura. Me trató con Acupuntura y a las tres sesiones yo ya podía utilizar mis manos con normalidad, porque, como ya he dicho, había dejado de utilizarlas. Por el dolor que me producían yo había llegado a decirle a mi hijo, que tenía 3 años por aquel entonces, que aprendiera a subirse él solo la cremallera que yo no se la podía subir.
Tras hacerme una valoración detectaron que lo que a mí me sucedía en las manos procedía en realidad de desequilibrio del riñón, que no filtraba bien. Me trataron con Acupuntura Abdominal y la verdad es que fue «mano de santo”; me curé y nunca más he vuelto a tener ningún problema de ese tipo. También me comentaron que tal vez ese desequilibrio en mi riñón estuviese relacionado con algún problema en la alimentación y analizamos mis hábitos y, por ejemplo, yo bebía mucha agua, pero no sabía beber, cogía un vaso y me lo bebía todo de golpe, en Shalom también me enseñaron a corregir algunos hábitos alimentarios, como ese, ahora bebo mucha agua, como antes, pero sé cómo beberla, soy consciente de ello y antes no lo era.
Yo le recomiendo la Acupuntura a todo el mundo porque es maravillosa y muy efectiva.
Ahora, mi objetivo es dejar de fumar con ayuda de la Acupuntura, pero soy consciente de que primero debo mentalizarme y asumirlo y después tratarme, porque no es un tratamiento milagro; la parte psicológica y emocional son un componente muy importante del tratamiento. Mi gran problema es que a mí me gusta fumar. Cuando consiga mentalizarme de que no puedo seguir fumando lo intentaré y sé que lo conseguiré.
Además de Acupuntura, he utilizado otras muchas técnicas de las Técnicas Naturales, he tomado Flores de Bach, me han tratado con Reiki, con Sanación Activa;…. La Sanación Activa me gusta mucho y el Reiki también, me relajan mucho, me dejan como nueva. Cuando estaba embarazada de mi primer hijo me sometí a sesiones de Reiki y en Shalom me avisaron de que no iba a tener un parto natural y así fue, estuve dieciocho horas de parto y al final tuvieron que practicarme una cesárea para evitar que se muriera el bebé. El Reiki me encanta porque me relaja muchísimo, para eso es para lo que habitualmente lo hemos utilizado, ahora, como técnica efectiva y rápida recomiendo la Acupuntura.
La Sanación Activa no recuerdo bien para qué la utilizábamos, al principio iba al Centro Shalom incluso dos veces a la semana, utilizábamos diferentes técnicas: Reiki, Sanación Activa, etc… llevo acudiendo a Shalom unos diez años y continúo yendo de vez en cuando porque me va muy bien, me ayuda a mantenerme tranquila y sana y dos o tres veces al año me doy mis sesiones de Acupuntura, me encuentro mejor e incluso he bajado de peso.
Reconozco que yo, cuando voy a Shalom, normalmente ya voy «in extremis”, cuando ya estoy bastante mal, al borde del precipicio y eso no se debe hacer; ahora con la Acupuntura he intentado mantenerme y me va bien.
También he llevado a mis hijos, sobre todo al mayor, que tiene un problema en el conducto auditivo y lo tendrán que operar; Jose le ha aplicado Sanación Activa y el niño se queda como nuevo y le relaja mucho. Al pediatra de mis hijos le comenté que yo soy antimedicina convencional y en mi casa entran las pastillas justas y necesarias; es decir, lo mínimo de lo mínimo. Le expliqué que además de verlos él, los estaba viendo un naturópata y que les daba, todos los inviernos, un jarabe que me recomendaron en Shalom, que se llama Aprolis Kids, y él mismo me dijo que siguiese adelante, y eso que la gente me comentaba que a los niños no se les podía dar miel porque podía causar reacciones alérgicas.
El año pasado también he vuelto a tratarme con Reiki y Sanación Activa porque he tenido problemas familiares y problemas con mi casa y todo eso me estaba afectando mucho. Con esas técnicas conseguí salir adelante y recuperarme emocional y psicológicamente, pero lo que más me gusta de todo y lo que, desde mi punto de vista, es más efectivo es la Acupuntura, debo insistir en ello. Además no me parece nada dolorosa, aunque todo hay que decirlo, yo soporto bastante bien el dolor, pero me quedo sin duda alguna con la Acupuntura.