EsAcupuntura para el dolor
La facultad de Medicina de la Universidad de Harvard a favor de la Acupuntura.
La Dra. Helene Langevin, con un espectacular currículum, donde destaca su actividad como profesora la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, investigadora en farmacología neuroquímica en Cambridge, investigadora de fascias y directora del Centro Osher para la medicina integrativa y la Dra. Carolyn A. Bernstein, neuróloga especializada en cefaleas, han escrito un artículo a favor de la acupuntura en el Harvard Health Publishing de la Harvard Medical School, en el que afirman que en el pasado existía poca evidencia científica sobre la eficacia de la acupuntura, ya que los estudios clínicos se realizaban con grupos reducidos y no eran suficientemente rigurosos. Pero la situación ha cambiado, y mucho, gracias a los controles de placebo, por ejemplo con agujas de acupuntura retráctiles, que tienen el mismo aspecto que agujas reales, pero no penetran en la piel. En la última década, se han publicado numerosos estudios muy rigurosos, que son el principio para comprender la eficacia de la acupuntura.
En el año 2012 se realizó un meta análisis con aproximadamente 18.000 pacientes con dolor, tras 10 años de investigación científica, se ha demostrado que la acupuntura funciona. Este estudio demuestra que la acupuntura real, frente a la acupuntura “falsa” (con agujas retráctiles) es un tratamiento barato, eficaz y seguro en lumbalgias, cefaleas y artritis, siendo su eficacia similar a la de los analgésicos no opioides. La seguridad de la acupuntura ha resultado excelente, con muy pocos efectos secundarios cuando la realizan acupuntores con una buena formación. También los estudios científicos han demostrado otros beneficios de la acupuntura, como su utilidad en el tratamiento de la hipertensión, y la mejora a largo plazo de la función cerebral. Asimismo la investigación de la acupuntura ha generado avances en la biomedicina que van más allá de la acupuntura.
Las autoras además afirman que la acupuntura ha demostrado ser una opción importante, para los pacientes con dolor crónico, ya que se pueden evitar los efectos nocivos de fármacos en especial los opioides. La circunstancia de que la solución al dolor provenga de una antigua práctica que se basa en una teoría poco comprendida por la ciencia moderna, debería de hacer que nos interesáramos aún más en comprender su funcionamiento. Los médicos tienen la obligación de aprender sobre tratamientos no farmacológicos, y responder a las dudas de sus pacientes con fundamento y respeto.
Fuente: Harvard.edu
